Cambios necesarios

Por Marcel Gaete Parraguez, Consejero Nacional Colegio de Periodistas de Chile.

Un trabajo incesante y contra el tiempo es el que están desarrollando los convencionales constituyentes en el país.
  La promesa de un cambio sustancial a la actual Constitución que incluya la paridad y a los pueblos originarios, son temas que fueron demandados y que ahora están llegando a un momento clave en el desarrollo de la nueva Carta Magna.
  La injusticia social y las diferencias evidentes que tienen algunos sectores en la sociedad, impulsaron a la población a poner temas en la agenda del Gobierno anterior y ahora se podrían ver plasmados en el plebiscito de septiembre, siempre que se sorteen los obstáculos que han existido para el desarrollo del proceso y la campaña comunicacional que existe para que las cosas no cambien demasiado.
  Lejos de generar incertidumbre, se trabaja para dar certezas a largo plazo y por lo mismo a veces las discusiones son extensas y no logran los acuerdos de manera prematura, pero ese es justamente el ejercicio de la democracia, con una sociedad tan diversa que tenemos en nuestro país.
  Ahora ya se ven avances en el borrador de lo que será la Constitución, y un tema importante con las comunicaciones, como es el hecho de que toda persona individual o colectivamente, tiene derecho a producir información y a participar equitativamente en la comunicación social. Se reconoce el derecho a fundar y mantener medios de comunicación e información.
  Además, uno de los artículos consagra el fin de la concentración de la propiedad de los medios, lo que se traduce en que el Estado impedirá que existan monopolios de ningún tipo (públicos ni privados).
  Lo anterior, han sido demandas históricas del Colegio de Periodistas y que se han venido poniendo en relieve en los últimos Congresos nacionales de la orden, lo que marca un espacio mayor para dar diversidad de voces y que no se concentre el “poder” de los medios en algunos pocos solamente.
  Un paso importante, es el que se dio el 11 de abril pasado, cuando se aprobó por el pleno, algunos principios constitucionales, como son el que el Estado de Chile se define como social y democrático de derecho, plurinacional, intercultural y ecológico.
  Otro aspecto, es que las personas nacen y permanecen libres, interdependientes e iguales en dignidad y derechos. La soberanía reside en el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones. La democracia es inclusiva y paritaria. Se ejerce de forma directa, participativa, comunitaria y representativa.

El Estado de Chile condena todo tipo de acto racista y discriminatorio. Se reconoce y protege a las familias en sus diversas formas, expresiones y modos de vida.
  El Estado reconoce y promueve una relación de equilibrio armónico entre las personas, la naturaleza y la organización de la sociedad. Quien dañe el medio ambiente tendrá el deber de repararlo. El Estado tiene la obligación de promover, respetar, proteger y
garantizar los derechos humanos.
  Entre otros temas, está el hecho de que el idioma oficial de Chile es el castellano y los idiomas de los pueblos originarios, serán oficiales en sus territorios, y en zonas de alta densidad poblacional de cada pueblo indígena. Chile es un Estado laico, donde se respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales. Un tema que había causado revuelo en algún momento, pero luego despejaron las dudas los Convencionales, son el hecho de que nuestro país reconoce como símbolos a la bandera, el escudo y el Himno Nacional, y además reconoce los emblemas y símbolos de los distintos pueblos indígenas.
  Además, en los últimos días, se aprobó el derecho humano al agua y a su saneamiento. La Constitución garantiza a todas las personas el derecho al agua y al saneamiento suficiente, saludable, aceptable, asequible y accesible. Es deber del Estado garantizar estos derechos,
para las actuales y futuras generaciones.
  De ahí la importancia del proceso en el que de alguna manera estamos inmersos y donde debemos ver lo que se está debatiendo y aprobando, porque de esto dependerá el nuevo orden social que requiere Chile con urgencia.