Por Andrea Rojas, desde Chañaral.
Destacar mujeres debe ser la tarea más fácil para cualquier mujer, reducirla a sólo 8 es por lejos la más difícil. Cuando te preguntas a qué mujer destacarías inmediatamente piensas en ellas; la mujer que pronunció las palabras que necesitabas escuchar, a la primera que llamas cuando la felicidad no cabe en ti y lo necesitas compartir, la primera mujer con la que puedes contar y la que puede contar contigo también. O piensas en esa mujer que tuvo la paciencia de sostenerte en la debilidad de los primeros días de vida. También en aquella que tuvo la valentía de criarte y que hoy es esa parte femenina de la persona que eres al leer esto. Y que aprendió de otras mujeres. Las destacarías porque hoy entiendes que ella le ganó al miedo, que se enfrentó a la aventura de acompañarte, porque te pones en su lugar y no hay forma de agradecer. Así piensas en las mujeres que forman o fueron parte de tu vida y no caen en 8.
Porque si debemos destacar, desde esa educación castigadora yo reforzaría conductas que todas tenemos y que atesoramos, pero en “algo” trancamos que no llegamos a socializar. Me refiero a esa mujer que creo toda una red de apoyo entre desconocidas para buscar una toalla higiénica, en ese pacto matriarcal de nunca negarnos una. O a esa que acababas de conocer pero que te contó detalles tan íntimos de su vida y que con todo el corazón deseaste que le fuera bien. A todas esas mujeres que ni el nombre le sabes, pero las ves saliendo a adelante. También a esas mujeres que tuvieron ese tipo de inteligencia que se necesita para reunir a otras mujeres, que organizaron, que lideraron e inspiraron a muchas más. Las que lograron llegar a puestos de poder por primera vez, y que abrieron caminos a la equidad.
Recuerdas también a la mujer que te enseñó a leer, a contar, a escribir, a dibujar y que junto a ti también al menos unas 25 niñeces más. Porque lo logró, porque aprendiste y creciste para entender; que destacarías a todas esas mujeres educando. En sus diversas formas, con sus inagotables métodos. Las ves pelear luchas históricas, las ves también sostener infancias rotas que son libres en los colegios, las ves dedicando la vida a compartir lo que otras compartieron con ellas.
Alguien podrá decir que destacar puede ser visibilizar a aquellas mujeres tan importantes para nuestra sociedad, aquellas que sostienen economías, las trabajadoras, o sea TODAS. Aquella mujer que sana, la que educa, la que cría, la que cuida, la que administra, la que lidera, la que abre caminos y la que los cierra. La mujer que dijo “esto lo quiero para todas”, y también esa que dijo “esto no lo quiero para nadie más”.
Y por qué no decirlo, también destacamos mujeres porque entre tantos hombres en lo público no nos han dejado espacio para destacar, así que lo tuvimos que tomar hace ya mucho tiempo. Eso es el 8 de marzo. Un día donde conmemoramos la lucha de miles de mujeres por ganar cada derecho que hoy son libertades que antes no teníamos. Aquellas que perdieron y aquellas que ganaron; mártires y pioneras. Y por aquellas con la convicción intacta de ganar la vida que nos deben hoy siguen luchando en un nuevo 8M. El 8M destacamos, porque es justo y lo merecemos.
Para nosotras destacar fue nombrar 8 mujeres que pensaron en muchas mujeres más, que quisiéramos que se replicaran, que tienen talentos entre todas, que tienen historia y son parte de la historia de Chañaral y de Atacama. Todas con sentido de comunidad. Es precisamente eso lo que queremos reconocer y replicar. Trabajadoras resistiendo en una zona de sacrificio ambiental, con todo lo que eso conlleva.
Queremos un 8M todo el año; un pacto político entre mujeres que no sólo asegure el buen trato, sino que sea la alianza ética entre mujeres que permita la coordinación para la eliminación de cualquier forma de opresión. Queremos sororidad para ser al cambio que necesita el mundo y para ser lo que se necesita en el día a día para resistir habitar en el desierto. Necesitamos crear hábitos que consagren el apoyo mutuo, que se levante esa bonita costumbre de admirarnos, inspirarnos y sostenernos entre nosotras. Queremos que en el actuar de todas siempre honremos la lucha, que dimos y continuamos dando, las mujeres del mundo.
LAS DISTINGUIDAS:
Andrea Rojas, nuestra columnista por su activismo feminista, Hilda Olivares, escritora; Carlota Muñoz, poeta; Katiuska Ortuya de la Organización Arcoiris de Luz familias TEA; Amelie Vargas Grenet, artista y Cristina Olguin, dirigenta social.