Fotografías que enseñan patrimonio

*Paisajes, flora y fauna, edificios patrimoniales y expresiones de nuestra cultura forman parte de dos set de rompecabezas que apoyan la educación en patrimonio con 2.000 puzles.

Después de dos años de pandemia los estudiantes enfrentaban una situación compleja. Habían permanecido en casa, sin sus compañeros y compañeras, con clases online durante meses a partir de marzo del 2020. En el 2021 retornaron parcialmente, y algunos establecimientos solo lo hicieron en marzo del 2022. Muchos estudiantes perdieron la costumbre de estar en una silla, la de escuchar a la profesora o al profesor tanto tiempo y la compañía permanente de los otros estudiantes a más de algunos o algunas se les hacía difícil.

Las consecuencias se notaban más aún en aquellos estudiantes que debían aprender a leer y escribir, es decir el primer ciclo de enseñanza básica. Si a eso le sumamos que los textos de estudios son iguales para todo el país, a la hora de conocer acerca del patrimonio natural e inmaterial, la relación con la región en la que vivimos no se destaca. Todos estos fueron buenos motivos para pensar como apoyar este aprendizaje, con un elemento educativo pero a la vez artístico.  

—Pensamos llegar de una forma más lúdica a los estudiantes de básica con un rescate patrimonial, empezamos con el patrimonio natural, los parques nacionales de la Región, el desierto florido, la Reserva Pingüino de Humboldt de la comuna de Freirina; nuestro público objetivo  eran los escolares de básica de primero y segundo año que tienen en su curriculum el patrimonio natural, cultural, material e inmaterial y como somos una fundación con vocación cultural y artística decidimos unirlo con la expresión artística y pensamos reunir la fotografía con el patrimonio- explica Rodrigo Alvarez, director de dicha fundación.

Por eso la idea de la Fundación Desierto Creativo fue transformar hermosas fotografías de la región en rompecabezas impresos, de patrimonio natural, en una primera iniciativa e inmaterial en una segunda. Ambas postularon al Fondart Regional, fueron seleccionados y eso les permitió entregarlos a las escuelas públicas de Copiapó. En dos set, correspondientes a dos etapas, con cuatro fotografías transformadas en puzles en cada iniciativa, con su respectiva leyenda explicativa.

La fotografía de agosto del 2021  muestra a niños y niñas del Liceo Fernando Ariztía con mascarillas recibiendo las cajas en las que vienen los rompecabezas con patrimonio natural de Atacama y posteriormente a otras escuelas de Copiapó y Tierra Amarilla, siempre en el marco del mes en que celebran la fotografía. El 50 por ciento restante de estos rompecabezas se destinaron a la Fundación Ser Humano para el Día del Niño.

En dicha nota periodística, Jorge Sepúlveda, presidente de la Fundación Desierto Creativo, resaltó la colaboración entre varias instituciones “es un esfuerzo público-privado, puesto que tiene cofinanciamiento de Kinross Chile, con quienes llevamos una alianza de más de 10 años generando acceso a la comunidad a diversas actividades culturales y plataformas para los artistas y sus creaciones, y del Fondart del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio”, señaló.

Mientras que en septiembre de 2023 entregaron 50 rompecabezas patrimoniales a la Fundación Teletón, probablemente considerando que ese año las escuelas y liceos dependientes del sistema público en Atacama estuvieron paralizados durante casi todo el segundo semestre.

LOS FOTÓGRAFOS

Los rompecabezas se construyeron a partir de imágenes de destacados artistas de esta disciplina que exploraron el paisaje, con su geografía, flora y fauna para captar es paisaje especial que lleve a niños y niñas a conocer y apreciar, por ejemplo, la Reserva Natural Pingüino de Humboldt, donde Carlos Aguilar captó el momento en que una ballena azul mostró su cola al salir del agua.

Carlos Aguilar es un fotógrafo y audiovisualista de trayectoria que destina gran parte de su tiempo a fotografiar el paisaje, la flora y la fauna de Atacama y publicó el libro “El color de Atacama”. La portada de dicho libro es también una fotografía que ha sido publicada por medios tan destacados como el National Geographic por su belleza y la dificultad de encontrarse en el lugar y momento exacto en que una ballena sale a respirar al atardecer. La zona donde es posible fotografiar a estos mamíferos es Chañaral de Aceituno, sector donde la biodiversidad marina lleva a pingüinos de Humboldt, lobos marinos y diversas aves a frecuentarlo, así como también recibir las visitas de delfines y ballenas.

Rony Zúñiga aportó con una fotografía de Playa La Virgen, la que captó con un dron a gran altura y con una cuidada posproducción, propia de su profesión: diseño y comunicación multimedia. Entonces vivía en Copiapó, por razones laborales y con un grupo de amigos en sus tiempos libres se dedicaba a recorrer la zona.

—Es un pequeño tributo que quise hacer con la región, por darme una buena bienvenida. Mi cuenta de Instagram está llena de fotos de paisajismo, de astrofotografía porque la región de Atacama tiene uno de los mejores cielos para la astrofotografía. Me maravillé de lo que te puede entregar esta región, quería que la gente se diera cuenta del potencial en cuanto a lo turístico, fue difundiéndose harto, hasta que llegó a manos de ellos, me hicieron esta propuesta que encontré espectacular y con un fin social. Qué mejor que mostrarle tu región a los niños(/as). Era mi meta, hacer fotos para que la gente conociera esos lugares que de repente no conocían –cuenta Rony haciendo un alto en su trabajo actual, en Santiago, para recordar esta experiencia en  el norte.

Pero además, para Rony, aquellos viajen tuvieron otro significado:

—Cada foto que tengo en mi Instagram es un viaje personal donde te reencuentras contigo mismo, en medio del desierto, donde tienes el tiempo y el espacio para reflexionar de cosas mucho más trascendentales que estar sentado en tu casa. Cada foto tiene un aprendizaje y una aventura por sí misma -dice.

También hay un guanaco y un zorro en la colección de patrimonio natural, imágenes de Eduardo Muñoz y unas dunas retratadas por David Pastén.

Pía Acuña retrató la Iglesia de Nantoco, ubicada en las inmediaciones de Tierra Amarilla. Es de madera, está derruida, casi a punto de caer, pero algo queda tanto del paso del tiempo como en su estructura, de la dignidad de una iglesia levantada en el valle en pleno auge de la plata, siguiendo la arquitectura inglesa. De la fotógrafa podemos decir que es una de las impulsoras del Encuentro de Foto Atacama, EFA, que desde el 2017 realiza un festival que reúne formación, especialización, muestras, conversatorios y creación, con destacados fotógrafos/as nacionales que comparten con los regionales y un público que puede experimentar con esta disciplina. También ella ha estado en importantes muestras, como en el Centro Cultural Estación Mapocho el 2018 con “Ofrendas fotográficas contra el femicidio. Archivo por la no violencia a las mujeres”. También aportó la imagen de la Iglesia San Francisco, ubicada en el barrio Alameda de Copiapó.

—He sido invitada dos veces a participar en este proyecto, me parece súper relevante, ya que vincula a los creadores locales y este aspecto patrimonial de puesta en valor de ciertos lugares, de sitios y expresiones culturales en la región, que al mismo tiempo lo conecta con un público que es súper importante: el escolar, con niños, niñas y jóvenes. Importante poder generar este tipo de insumos, para poder llegar a los y las estudiantes de Atacama -opina Pía Acuña.

Eduardo Muñoz Orellana colaboró con la imagen de un zorro, un guanaco y una escena de bailes religiosos que coloquialmente llamamos “chinos” en la Fiesta de “La Candelaria” y sus trabajos se pueden ver aquí.

David Pastén aportó la imagen de las dunas del desierto. La Locomotora La Copiapó está en la colección gracias al lente de Gabriel Pérez Mardonez, quien sostiene en su libro “Los pasos distantes” que detrás de cada imagen hay una historia que se desliza y nos provoca sobre todo sensaciones. No es su único libro, también ha publicado: “Archipiélago Juan Fernández”, “Historia y Biodiversidad” “Traslación” y “Retrato Hablado”. En definitiva, una bella iniciativa que hasta el 2024 aún se entrega, como en marzo a estudiantes de la escuela Los Estandartes de Copiapó (https://www.cultura.gob.cl/actualidad/con-rompecabezas-estudiantes-de-escuela-los-estandartes-de-copiapo-reconocen-patrimonio-atacameno/)

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